La delicada esencia de vainilla está relacionada directamente con postres, helados, cremas y con deliciosos platillos de repostería, ya que su sabor aporta un toque de dulzura a cada bocado.
Sin embargo, su agradable perfume y propiedades van más allá del sector gastronómico, pues también se encuentran en productos medicinales, de belleza y de limpieza por ejemplo el jabón de vainilla casero
Originaria de Veracruz, México, la vainilla es la vaina de un género de orquídeas que actualmente se encuentra en diversos países alrededor del mundo, sin embargo, de acuerdo a su ubicación se presenta en diferentes especies.
Beneficios de la Vainilla
Ya sea en rama o elaborada como esencia, la vainilla ofrece propiedades favorables para el organismo y bienestar general, pues se le conoce como tranquilizante y antidepresivo ideal para disminuir el estrés y la ansiedad.
El uso de la vainilla como digestivo ayuda a controlar el apetito y aliviar malestares digestivos; su preparación como té proporciona un efecto diurético.
Los niveles de colesterol pueden atenuarse con el consumo de la vainilla, además estimula la prevención de la arteriosclerosis y disminuye inflamaciones.
Jabón de Vainilla
Una manera segura de regresar a los olores de la infancia es tomando un baño con Jabón de Vainilla, el cual brinda beneficios a la piel y serenidad para el alma.
Su virtud antioxidante y cualidad curativa evitan el envejecimiento prematuro y dan suavidad a la piel.
Contra las espinillas, acné, e impurezas se aconseja la limpieza con jabón de Vainilla debido a su característica antibacteriana.
Aprende a realizar este producto e inténtalo desde casa.
Ingredientes
- Vainilla en polvo, 1 cucharada
- Aceite de vainilla, 15 ml.
- Aceite de oliva, 620 ml.
- Aceite de coco, 50 ml.
- Aceite de almendras, 15 ml.
- Leche, 250 ml.
- Sosa Caustica, 85 gr.
Pasos a seguir
- Enfriar la leche, colocarla en un recipiente plástico, y poco a poco agregar la sosa caustica mientras se bate constantemente; se recomienda el uso de guantes de látex en este momento.
- En otro recipiente, mezclar y calentar ligeramente los aceites.
- Agregar los aceites a la mezcla anterior y batir durante 10 minutos preferiblemente en una misma dirección; se puede hacer uso de una licuadora o batidora eléctrica para que el proceso sea más fácil y rápido, pues se busca obtener una textura cremosa.
- Posteriormente, incluir la vainilla en polvo y revolver para incorporarla perfectamente.
- Verter en moldes para jabón y dejar secar completamente, este paso tomará unos días.
- Desmoldar el Jabón de Vainilla y disfrutar.